jueves, 23 de septiembre de 2010
miércoles, 22 de septiembre de 2010
FELICIDADES MAMÁ
Aunque hoy cumplas
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda
casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo.
Mario Benedetti
UN BESO DE ESOS QUE VALEN POR TODA LA QUIMICA DE LA FARMACIA...
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores
buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda
casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros
es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos
de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza
de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo.
Mario Benedetti
UN BESO DE ESOS QUE VALEN POR TODA LA QUIMICA DE LA FARMACIA...
miércoles, 1 de septiembre de 2010
TÚ
¿Sabes?Hasta hace poco nunca me había parado a pensar en la verdad que nos rodea.Al hecho de que ocurran tantas cosas a nuestras espaldas que ni siquera podamos ser capaces de dartos la vuelta tan deprisa para intentar por lo menos visualizarlas por el rabillo del ojo.Yo he llegado a la conclusión de que una de mis verdades universales eres tú y ¿sabes por qué?Porque el otro día mientras tu encendias las velitas de la tarta intenté no perderme ninguno de los gestos que hacías,porque yo no tenía ni idea de que esa tarta llevaba hecha una hora antes de que yo quedara contigo¿ves?Esas son las cosas a las que me refiero¿Quién iba a pensar que un 30 de Agosto pudiera volver a cumplir años?
No hace falta que te diga lo importante que eres para mi,ni lo mucho que me has ayudado siempre,sé que lo sabes.Y como dijimos el otro día( porque a mi me sigue pareciendo ayer aquel noviembre).
esto sólo acaba de empezar
martes, 31 de agosto de 2010
T I E M P O
El tiempo, pese a lo que muchos puedan llegar a pensar ni cura ni llegara nunca a sanar las heridas¿El tiempo?El tiempo es absurdo, el tiempo simplemente es un factor, una cantida ingente de segundos,minutos,horas,días…Es algo con lo que tenemos que vivir¿Tiempo?¿De que sirve?Hace sufrir,asusta,crea esperanzas y hace que pensemos que TODO es posible,cuando en realidad no es así.Ya no es solo que me sienta estupida, ya no es que no sepa que hacer, ya no tiene nada que ver que me equivoque constantemente,ya no es que no quiera.Sino que quiero sin querer.Llega un punto que ni el pensar alivia.Ojala pudiera dejar de hacerlo y asumir que no todo es tan facil,que llevo pensando esto dias y meses y que no existe un segundo que no me arrepienta y me sienta imbecil por todo lo que hago.Es imposible que exista un equilibrio perfecto entre el tiempo y yo.IMPOSIBLE.Pero bueno,al fin y al cabo nada es eterno y simplemente somos viento,somos tiempo…
sábado, 21 de agosto de 2010

Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa, no volverá.Intentamos alterar el orden logico de las horas para ganarle un par de minutos e intentamos forzar las manecillas del reloj lagrima a lagrima,golpe a golpe.Tenemos el poder cuando estamos convencidos,y convencemos cuando tenemos el poder.Observamos en vez de reaccionar.Cambiemos nuestra forma de vivir,vivamos sin pensar,pensemos en vivir...
lunes, 7 de junio de 2010
CAPÏTULO II
Se dio una ducha lenta,se embadurnó el cuerpo con una crema hidratante que había comprado hacía meses y que ninguna mañana hasta hoy le había dado tiempo a estrenar. Decidió que era el mejor momento para ponerse el vestido rojo, otro capricho que colgaba en el armario, aún con la etiqueta puesta.
Cuando se miró en el espejo le costó reconocerse, pero se gustó. Rió abiertamente. Un toque de mascara de pestañas y otro de carmín y lista para la cita. "La cita", se dijo para sus adentros, ni siquiera él sabe que tenemos una cita. . . y también esa idea le hizo sonreír.
Bajó las escaleras lentamente, complaciéndose en mirarse la puntera de sus zapatos y notando lo agradable del roce de la seda de su vestido en sus piernas.
Con paso decidido se encamino al puesto de periódicos
Cuando llego al puesto oteó por encima el cúmulo de periódicos que el quiosquero tenía en la mesa. Era un puesto bastante insulso, un par de sillas hacían de soporte a unas tablas donde maduraban los periódicos todo el día hasta llegar a la noche, cuando el quiosquero vendía por un módico precio la mercancía no adquirida por los clientes durante el día .El quiosquero era bien conocido por todo el barrio. Chapucero, cascarrabias y poco inteligente eran algunas de las lindezas que se podían escuchar en los corrillos de los domingos al salir de misa. Pero ante todo, para ella siempre había sido el quiosquero de abajo y siempre había sido fiel a él .Su cita estaba sentado junto a las escaleras como cada mañana, fumaba tabaco liado mientras limpiaba lo que quedaba de sus gafas con las mangas de la chaqueta de lana roída por los años.
Cuando se miró en el espejo le costó reconocerse, pero se gustó. Rió abiertamente. Un toque de mascara de pestañas y otro de carmín y lista para la cita. "La cita", se dijo para sus adentros, ni siquiera él sabe que tenemos una cita. . . y también esa idea le hizo sonreír.
Bajó las escaleras lentamente, complaciéndose en mirarse la puntera de sus zapatos y notando lo agradable del roce de la seda de su vestido en sus piernas.
Con paso decidido se encamino al puesto de periódicos
Cuando llego al puesto oteó por encima el cúmulo de periódicos que el quiosquero tenía en la mesa. Era un puesto bastante insulso, un par de sillas hacían de soporte a unas tablas donde maduraban los periódicos todo el día hasta llegar a la noche, cuando el quiosquero vendía por un módico precio la mercancía no adquirida por los clientes durante el día .El quiosquero era bien conocido por todo el barrio. Chapucero, cascarrabias y poco inteligente eran algunas de las lindezas que se podían escuchar en los corrillos de los domingos al salir de misa. Pero ante todo, para ella siempre había sido el quiosquero de abajo y siempre había sido fiel a él .Su cita estaba sentado junto a las escaleras como cada mañana, fumaba tabaco liado mientras limpiaba lo que quedaba de sus gafas con las mangas de la chaqueta de lana roída por los años.
lunes, 31 de mayo de 2010
Capitulo I
Como cualquier día de los últimos años, lo primero que hizo al levantarse fue acercarse al ventanal que daba a la ancha plazuela. Como cualquier día de los últimos años se quedó durante un par de minutos mirando el paisaje y al paisanaje.
El primero era inamovible, años sin que ni siquiera el Ayuntamiento hubiera abierto una zanja o plantado un árbol. El segundo era más cambiante, aunque solo fuera por el transcurrir de las estaciones lo que obligaba a que la gente mudara el atuendo, no así las actividades que a esa hora eran las mismas. Madres llevando a sus hijos al colegio, trabajadores descargando la mercancía en las puertas de los comercios que se extendían a lo largo de los soportales.
Hoy había decidido no ir a trabajar. Llamó a su jefe para decirle que se encontraba mal. Hoy quería saber cómo se movía la gente, qué hacía aquel hombre que cada mañana se sentaba junto al puesto de periódicos de los soportales .Era un hombre bajito, flacucho, castigado por el paso de los años.Mil y una arrugas adornaban su tostada piel y una nariz un tanto aguileña soportaba el peso de unas gafas a las que le faltaba un cristal y le hacían unos ojos pequeñísimos. Nunca nadie había reparado en él, excepto ella .Le parecía un personaje curioso, impregnado del ambiente provinciano que destilaba la ciudad .Además se había dado cuenta de que aquel hombre podía adivinar solo con ver a cada persona que tipo de periódico iba a adquirir. Según le había escuchado hablar un día, decía que él no lo adivinaba moviéndose por prejuicios si no por actitudes. Eso le sorprendió bastante y como no tenía nada que hacer durante la mañana decidió que hoy sería el día en el que cruzaría más de dos palabras con aquel hombre.
El primero era inamovible, años sin que ni siquiera el Ayuntamiento hubiera abierto una zanja o plantado un árbol. El segundo era más cambiante, aunque solo fuera por el transcurrir de las estaciones lo que obligaba a que la gente mudara el atuendo, no así las actividades que a esa hora eran las mismas. Madres llevando a sus hijos al colegio, trabajadores descargando la mercancía en las puertas de los comercios que se extendían a lo largo de los soportales.
Hoy había decidido no ir a trabajar. Llamó a su jefe para decirle que se encontraba mal. Hoy quería saber cómo se movía la gente, qué hacía aquel hombre que cada mañana se sentaba junto al puesto de periódicos de los soportales .Era un hombre bajito, flacucho, castigado por el paso de los años.Mil y una arrugas adornaban su tostada piel y una nariz un tanto aguileña soportaba el peso de unas gafas a las que le faltaba un cristal y le hacían unos ojos pequeñísimos. Nunca nadie había reparado en él, excepto ella .Le parecía un personaje curioso, impregnado del ambiente provinciano que destilaba la ciudad .Además se había dado cuenta de que aquel hombre podía adivinar solo con ver a cada persona que tipo de periódico iba a adquirir. Según le había escuchado hablar un día, decía que él no lo adivinaba moviéndose por prejuicios si no por actitudes. Eso le sorprendió bastante y como no tenía nada que hacer durante la mañana decidió que hoy sería el día en el que cruzaría más de dos palabras con aquel hombre.
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