viernes, 29 de enero de 2010

El lado oscuro del corazón

Vecina, quiero pedirle un favor, resulta que me puse a escribir y en el último momento me di cuenta de que me había quedado sin palabras. Se me terminaron cuando la conocí a usted, y las bibliotecas ya están cerradas y es muy temprano para que abran los cabaretes. De manera que pensé que quizá usted podría prestarme unas pocas y mañana se las devuelvo

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